El cáncer de mama triple negativo constituye el 15% de las cánceres invasores y tiene el peor pronóstico. En este grupo se incluyen todos los tumores que no tienen ni receptores de estrógeno, progesterona, ni Her2. Los cánceres asociados al BRCA1/2 se ubican en esta categoría, pero constituyen a su vez una minoría de la minoría.

Como la terapia hormonal, ni la terapia anti-Her2 son opciones, sólo queda quimioterapia sistémica. En general, a toda paciente con enfermedad invasora triple negativa se le recomienda quimioterapia con antraciclinas y taxanos como en este caso. Varios estudios han demostrado que el beneficio de la quimioterapia administrada con dosis densas, es decir cada 2 semanas y no cada 3, se circunscribe a este grupo. Por ello se recomiendan factores estimulantes de colonias al administrarla de ésta forma. De igual forma, hay evidencia de que la adición de platinos a la terapia sistémica puede ser eficaz, especialmente cuando hay mutación del BRCA1/2 como esta paciente pues tienen alteraciones en la reparación por excisión de bases (BER) altamente susceptibles a la letalidad sintética.

Cuando se establece mutación del BRCA1/2 se requiere de mastectomía bilateral profiláctica (con criterio oncológico, pues no debe quedar tejido mamario residual - en la medida de lo posible), y ooforectomía profiláctica en la quinta década de la vida para prevenir cánceres de mama y ovario, respectivamente.

Si el cáncer ocurre en mujeres más jóvenes, con fertilidad NO satisfecha, se puede preservar la función ovariana con análogos de LHRH iniciándolos antes de la quimioterapia, y administrados hasta terminarla. Esta maniobra parece ser eficaz, y no incrementa la mortalidad. Existen otras alternativas para la preservación de la fertilidad. En mujeres mayores de 40 años, rara vez funcionan.

Este es un caso típico, de los que se ven día a día en oncología. Interesante, cierto?

Creado por: Mauricio Lema Medina - 24.01.2016.